Ayer mire a un ángel
Transformando de aquél algo,
Aquello que luego fue delicia.
Pasé por una esquina
Y otro ángel cobijaba y daba abrigo
A aquél que gemía lastimeramente.
Al llegar a una torre un ángel
Me dio una orden para provecho
De aquellos que buscaban un techo.
El astro rey abrazaba mis días,
Pero un ángel me envió alivio
A través de besos en refrescantes gotitas.
Y es que cada uno de aquellos ángeles
Viven entre nosotros y sin darnos cuenta
Muchas veces ni las tomamos en cuenta.
Una sonrisa, un beso, un abrazo, una caricia,
Una mirada y hasta su vida misma
Encierran un valiosísimo tesoro
Que quieren compartir con uno.
Aquellos ángeles traen alivio, esperanza
Consuelo, sacrificio y sin fin de bendiciones
Más muchas veces somos desagradecidos.
Y es que casi siempre estamos tan segados
Que no sabemos diferenciar entre lo bueno y lo malo
Sabiendo de antemano cual es bueno y cual es malo.
Y son aquellos ángeles la sublime bendición
Que Dios de una sonrisa formó para beneficio
De nosotros, los mortales.
Y hoy levanto la vista al cielo
Para agradecer al Todopoderoso,
Por cada uno de aquellos ángeles,
Sobretodo aquella que lee estas letras
Y que al sonreír inunda mi alma
De alegría infinita.
Gracias por existir, gracias por estar ahí,
Sos un ángel de bendición amiga mía.
lunes, 12 de abril de 2010
Mujeres: SUBLIME BENDICIÓN
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